En este post voy a hablaros sobre la importancia de una
buena redacción de textos, hoy en
día donde el contenido es el Rey y
donde detrás de un buen diseño tiene que haber algo que lo sustente, que lo
haga creíble y que transmita un mensaje
eficaz, no podemos dejarlo de lado y debemos pararnos a reflexionar para
saber cómo optimizarlo.
En la actualidad parece que solo existen las palabras clave, la estrategia de contenidos
en web y en cómo potenciar a través
de un buen contenido tu presencia en buscadores de manera natural, lo que
llamamos SEO, pero también es cierto
que en el resto de soportes
publicitarios ocurre lo mismo y hay que saber cuidar el texto.
Dependiendo del
soporte debes saber adaptarte a él, por ejemplo no es lo mismo una valla de
publicidad donde la imagen es la protagonista y debes tener un texto muy
comercial que esté sintetizado al máximo, que un cartel publicitario en pleno
punto de venta donde debes saber argumentar al máximo, que en un folleto presentando
los servicios de empresa donde te puedes explayar más.
Al fin y al cabo, el
objetivo es común a todos, vender y
comunicar el mensaje de la mejor manera.
Os quiero pasar unos cuantos consejos que os pueden ser de
utilidad:
Lo primero es pensar realmente lo que
quieres transmitir, qué información
tienes y cuáles son realmente los beneficios que quieres comunicar, a
partir de ahí vendrá el cómo transmitirlo
y adaptarlo al soporte y tamaño que dispones.
Organiza
el argumento a modo de esqueleto-guión de redacción con lo que quieres
contar, como ocurre con las películas: exposición, nudo y desenlace.
Encamina
tu lenguaje al público al que te diriges, no es lo mismo un público joven
en un ambiente de discoteca que en un sitio de conferencias o una comunicación
dirigida a temas más serios en donde se precisa jerga técnica.
El
beneficio o característica principal del servicio o producto tiene que
quedar en el corazón del texto de forma explícita.
Sé
atrevido, invita a la acción, entusiasma, si sabes captar a la gente con
ingenio, tocando su fibra sensible mejor, intenta buscar apoyo en creativos.
(las agencias de esto sabemos mucho!)
Escribe
en un día que realmente tengas ganas y actitud positiva, aunque no lo creas
se reflejará en tu tono de comunicación y lo percibirá quién te lee.
Y la pregunta del millón ¿escribo poco o mucho texto? Yo siempre
aplico sentido común, un texto largo con una explicación corta se hace ficticio
y un texto muy corto para una argumentación larga, se queda corto y te quedas
con ganas de saber más.
Métete
en la piel de las personas a las que va dirigido o de los usuarios,
háblales en vez de características del producto en los beneficios que tendrán
con ellas, ponte en su lugar para saber qué quieren realmente.
Intenta
que quede bien explicado, apóyate en ejemplos, usa más nombres y verbos y
menos adjetivos.
Si
eres conciso, concreto y directo tu mensaje llega más.
Y por último, ¡sé persuasivo! Para inducir a la
acción y que haya una dosis de venta de manera elegante.
Así que nada, coge lápiz y papel
y ¡lánzate!, si necesitas ayuda, ¡aquí estamos!
Hasta la próxima!